Los Simpsons. El Cuervo

Esta entrada viene en relación a uno de los mejores poemas de todos los tiempos: El Cuervo (The Raven en inglés) de Edgar Allan Poe. Hace muchos muchos años, en una galaxia muy lejana pude ver en nuestra quedísima serie de televisión de Los Simpson un pequeño relato de un episodio de Halloween en el que Lisa relataba una versión bastante bien adaptada de dicho poema, con un resultado cuanto menos óptimo. AQUÍ podéis ver una de las numerosas versiones traducidas del susodicho poema, que os recomiendo leer antes de ver el video (si tenéis un par de minutos) para orientaros acerca de las diferencias y similitudes de la adaptación.

A continuación os adjunto el fragmento del episodio donde se puede ver dicho relato, seguido del texto del mismo, por si os queréis animar a intentar seguirlo (aunque la menos la primera vez recomiendo sólo ver el video y escucharlo).






EL Cuervo (Los Simpsons)

En un atardecer triste y quejoso,
meditaba yo débil y abrumado,
sobre un volumen de ciencias muy curioso de temas que ya estaban olvidados.

Mientras cabeceaba soñoliento,
oí como si retizaran suavemente la puerta cerrada del salón.
<Será alguna visita...> pensé yo,
<...qué está llamando a la puerta de atrás. Es eso, sólo eso y nada más.>

--Bart-- Uyy, que miedo...!!
--Lisa—Bart, el poeta está creando el ambiente!

Aaaah... recuerdo claramente aquel diciembre anodino,
y el rescoldo mortecino que hacía sombra en el suelo,
mientras pedía vanamente a los libros un consuelo,
por la pérdida de aquella que los ángeles por bella,
quisieron llamar Leonor.
<Oh, mi amor.>
Oh, hermosura excepcional,
que ya ha quedado sin nombre por siempre, siempre jamás...

---Truenos y movimiento de cortinas—

<Aaaaahh!!>
Me estremecía el ulular de las purpuras cortinas con ese ruido sedoso del fantasma que camina,
mi corazón temeroso del pecho quería saltar,
y yo repetía angustiado para poder no callar:
<Es sólo un visitante que quiere entrar, es eso, eso sólo y nada más...>
Más de pronto mi alma tomó aliento y sin dudarlo lancé mi voz al viento:
<Señooooor!> dije,
<o señora, lo lamento y os ( imploro) perdón de corazón,
pero ha ocurrido que como estaba yo medio dormido y llamasteis tan sin hacer ruido a la puerta de mi habitación,
pues si apenas si os he oído...>
Y abrí de par en par. <uuhhhh>

--Bart—Más vale que haya algo gordo...

Oscuridad tan sólo y nada más. <Ein?>

--Bart-- ¿Sabes que hubiera dado más miedo que nada?
--Lisa-- ¿Qué?
--Bart—Cualquier cosa.

Di la vuelta tras cerrrar,
sin ser sangre caliente,
cuando de nuevo oí llamar,
esta vez mas fuertemente.
-- Toc, toc, toc (resonante) --

<Uuuuhh... Eso es...> dije yo.
<Eso es seguramente que sin duda esta mañana,
alguien dejo sin pensar cualquier cosa en la ventana.
Voy a ver...>

-- Abre la ventana --

Abri de par los postigos y entró cual si fuera amigo con revoloteo ruidoso un cuervo majestuoso.
No hizo reverencia alguna,
y con un aire altanero,
de dama o de caballero,
sin batir casi sus alas con la mirada despierta,
saltó,
se posó en la puerta,
luego en el busto de Palas,
y... nada más.

<Je je je...
aunque tengas la cresta rala y lisa,
no es tu actitud sumisa,
tú, que por el margen de la noche vagas,
dime cual es tu nombre,
antes de que deshagas lo que plutónicamente te da el hombre,
pájaro carroñero...>

--Bart -- <Multiplícate por cero>
--Lisa – Bart, el cuervo dijo <Nunca más> , y nunca diría otra cosa.
--Bart – De acuerdo, de acuerdo...

De pronto noté el aire perfumado,
un invisible incensario balanceado...

-- Ostia del incensario en la cabeza de Homer --

<Ouch... qué incensariazo!>
...Por ángeles cuyo tintineo quedaba en la alfombra amortiguado.
<Miserable> me (incliné)
<Dios por medio de estos querubines te envuelve en el descanso y el sopor que alivian el recuerdode tu amor.
Apura! Apura este filtro que asegura el no acordarte más de tu locura...>
Y dijo el cuervo... <Nunca más>

<¿Qué?... Estas palabras sean tu despedida,
pájaro o demonio> chillé furioso.
<Aléjate de mi vida,
ve a tu noche de plutonio,
y,
no dejes pluma atestiguando la mentira que tu alma invoca.
Mi rebeldía se ha convertido en ira.
¡Baja del busto de roca!
No busques mi corazón,
y desaparece de mi habí-ta-ción!>
Y dijo el cuervo: <Nunca más>

<No busques cuervo mi corazón,
desaparece de mi habitación...>
Y dijo el cuervo: <Nunca más>
<Te voy...>

-- Homer salta a intentar atraparlo y lo persigue destrozando la habitación, mientras oye en su cabeza <Nunca más, nunca más, nunca más...> --

Y el cuervo inmóvil,
cerradas las alas ahí sigue parado,
sobre el busto de Palas,
guardián inmóvil de mi imagen muerta,
escudriña mi ser desde la puerta.

La luz proyecta su imagen en el suelo,
donde yace mi alma sin consuelo,
donde ya siempre mi alma yacerá,
pues no podrá levantarse...
nunca más.

-- Primer plano del cuervo --

<Ja, jia, jia>